El Mohair es una fibra natural que destaca por sus innumerables cualidades como son la suavidad, el brillo, la ligereza y el poder calorífico que ofrece.
Pero es necesario que se mantenga bien cuidado para potenciar al máximo estos atributos.
Al tratarse de una fibra natural, las mantas de Mohair siempre van a desprender algo de pelo. Esto es totalmente normal y no hay por qué alarmarse.
Como hay mucha gente que no conoce este material, vamos a proceder a explicar qué hacer para que la manta esté perfecta durante todo el año.
- Lo primero que necesitamos es un cepillo de púa dura.Una vez que disponemos de este cepillo, procedemos a cepillar la manta en la dirección del pelo. Para comprobar que no nos estamos equivocando y que la dirección es la correcta hay una forma muy rápida de comprobarlo, cuando se peina en dirección del pelo el resultado es que la manta se queda muy lisa. Si se peina a contrapelo el pelo se eriza y cuesta pasar el cepillo, por lo que esa dirección es errónea.
- Una vez que hemos cepillado bien la manta, comprobaremos que se ha quedado bastante pelo en el cepillo, eso quiere decir que la manta está algo seca. Por lo que es aconsejable humedecerla un poco con un pulverizador de agua y volver a cepillarla. Cuando la manta coja un poco de humedad notaréis que el aspecto va cambiando. En cuanto se seque lucirá perfecta, como si fuese recién estrenada.
Si es el final de temporada de invierno y crees que no vas a necesitar la manta hasta la temporada siguiente, es recomendable sacudirla un poco, airearla, después cepillarla, doblarla bien e introducirla en una bolsa de plástico en un lugar cerrado.
De este modo, la manta mantendrá sus condiciones intactas para la nueva temporada.